sábado, 2 de abril de 2011

Nuestra primera vez



9 de octubre de 2010. Como unos niños con zapatos nuevos, estábamos contentos e ilusionados con todo nuestro equipo para hacer cerveza. Después de un tiempo estudiando el proceso y de que Sergio, al que le habíamos comprado el kit, nos ayudara y corrigiera unas cuantas cosas, nos dispusimos a hacer nuestra primera receta, una rubia suave, con maltas pale-ale, cara pils y wheat malt blond (trigo).

Fué un día lleno de emociones y muncho bonico, donde nos sumerjimos de lleno en un proceso de elaboración que es fruto de la evolución y de la herencia, generación tras generación, de los maestros cerveceros.

Nos encontrabamos el equipo al completo: Juanmi, Serrano, Pedro Jesus, Melenas, y Alfredo. Lo primero fué recoger el agua en un nacimiento mientras unos se quedaban moliendo la malta. Después de esto pusimos el agua a calentar para comenzar la maceración, que realizamos en un cubo de plástico con una rejilla al fondo, para poder realizar el filtrado posteriormente. En este paso tubimos problemas con la temperatura, ya que nos costaba mantenerla constante. El filtrado lo realizamos sin problema, el agua caliente pasaba escurriendose por entre los copos de malta, arrastrando todos los azucares y sustancias que serían la base de nuestra cerveza.
Durante la cocción si tubimos algún que otro problema. Perdimos mucha cantidad de agua hiviendo, por lo que nos quedamos con menos de 20l de mosto cuando deberían haber salido 30l. Con el lúpulo tampoco estubimos muy finos, lo echamos todo en una tanda, a mitad de la cocción.
El enfriado si fue bien, tenemos un serpentin de agua fría que conectado al enfriador de placas, bajaba la cerveza a menos de 25º sin problemas.
La levadura la echamos en agua hervida con azucar, pero lo pusimos en un recipiente un poco pequeño y se desbordó...
Una semana fermentando, una semana madurando, y un més en botella hasta la primera cata... El resultado final fué una cerveza fuerte de alcohol y de sabor, que con mucho gusto nos bebimos durante todas las navidades y las semanas sucesivas mientras que nos quedó... Conforme pasaba el tiempo en la botella iba mejorando en sabor, pero no le dimos demasiada tregua.
También se notaba una cantidad considerable de poso en la botella, que en veces posteriores disminuiríamos afinando más el proceso.

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